El consumo de comida rápida es muy habitual entre la población norteamericana y asiática y empieza serlo entre los europeos. El estudio CARDIA ha demostrado que estas personas están en riesgo de padecer sobrepeso u obesidad y de desarrollar diabetes tipo 2. Por otro lado, los datos de este estudio también han revelado que el consumo de productos lácteos consigue reducir los niveles de hipercolesterolemia e hipertensión en personas obesas con lo que se consigue disminuir el riesgo de diabetes o cardiopatías.
Según el estudio CARDIA (Coronary Artery Risk in Development in Young Adults) publicado recientemente en la revista "The Lancet", las personas que consumieron dos o más veces por semana comida rápida engordaron más y se duplicó la resistencia ala insulina respecto a las personas que no consumieron este tipo de comida.
En este estudio, que empezó en el año 1985, participaron 3.031 individuos entre 18 y 30 años en los que se investigó si existía una correlación entre la comida rápida y el aumento de peso y la resistencia a la insulina. Asimismo, también se estudiaron otros factores como el tiempo que los participantes dedicaban a mirar la televisión, a realizar actividad física o el consumo de alcohol y tabaco.
Tras quince años de investigación, los expertos concluyeron que las personas que consumen comida rápida con frecuencia presentan un mayor riesgo de obesidad y diabetes mellitus tipo 2. Concretamente, los individuos del estudio que consumieron dos o más veces a la semana este tipo de comida engordaron más y presentaron un incremento duplicado de resistencia a la insulina respecto a las personas que no la consumieron.
Alerta sobre comida rápida
Estudios recientes han demostrado que el porcentaje de población que acude con frecuencia a los establecimientos de comida rápida es especialmente elevado en Estados Unidos y en Asia. Las conclusiones del estudio observan claramente como estas personas tienen mayor riesgo de sufrir obesidad y diabetes tipo 2.
Existen una serie de características de la comida rápida que aumentan necesariamente este riesgo como son el tamaño excesivo de las porciones o que una única comida por sí sola ya exceda a cantidad diaria recomendada de calorías.
Los beneficios de los lácteos
A partir de los datos del estudio CARDIA, también se pueden extraer conclusiones acerca del consumo de lácteos y el riesgo de desarrollar una cardiopatía o diabetes tipo 2, como se publicó recientemente en la revista JAMA.
Una dieta rica en productos lácteos puede servir para que personas adultas con sobrepeso disminuyan el riesgo de desarrollar síntomas que a menudo preceden a la cardiopatía y a la diabetes tipo 2. Según los resultados del estudio CARDIA, los adultos con sobrepeso que consumen mucha leche, queso, mantequilla y yogur tienen menos probabilidades de ser diagnosticados de hipercolesterolemia, hipertensión, independientemente de que los alimentos que consuman sean ricos en grasa. En concreto, los niveles elevados de colesterol y la hipertensión van unidos al síndrome de resistencia a la insulina, que constituye un factor de riesgo importante de diabetes y de cardiopatía isquémica.
Durante la investigación se observó que entre los individuos con sobrepeso (índice de masa corporal superior a 25) aquellos que consumían productos lácteos presentaban un riesgo un 71 por ciento menor de ser diagnosticados de resistencia a la insulina a lo largo de los siguientes diez años. Por cada consumición diaria de productos lácteos, ese riesgo disminuye en un 21 por ciento, independientemente de otros factores como son el consumo de tabaco, de alcohol o la práctica de ejercicio.
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